La matanza de Tucson sigue dando que hablar. El acusado del asesinato de seis personas y de producir heridas en otras seis, Jared Lee Loughner, ha contestado a todas las preguntas que el juez de Phoenix le ha formulado esta mañana. En la sesión, en la que han estado los medios de comunicación y varias personas que hacían de público, Lee ha aparecido vestido con las ropas típicas de un recluso en su país y con síntomas de fatiga, así como con heridas en la cabeza producidas por el forcejeo con varias personas que impidieron que la matanza fuera a más.
Tras esto, el juez mandó al recluso a la cárcel sin tener en cuenta la petición que había realizado la abogada de Jared Lee, Judy Clark, de una fianza. La letrada defensora es conocida por ser la persona que defendió a Timothy McVeigh cuando voló en 1995 un edificio federal en Oklahoma. McVeigh murió tras la inyección letal que le suministraron en 2001.
Para Jared Lee Loughner pide la fiscalía la pena de muerte, tras los nueve cargos que tiene en su haber. En algunos sectores de la sociedad, en especial en la ciudad del estado de Arizona, tal decisión no llega con mucho entusiasmo, pero como dice sistema judicial de los Estados Unidos, la sangre se paga con sangre; y la que ha derramado con su acto el joven de 22 años se debería pagar con su muerte, o al menos eso piensan desde la fiscalía. (Pena de muerte en Estados Unidos)
Sea cual sea el final, la comunidad de la pequeña ciudad del estado de Arizona sigue conmocionada con la muerte de seis de sus ciudadanos y con el estado de la senadora Gabrielle Giffords que sigue en estado grave y sigue corriendo peligro de muerte su vida.
Fuente: El País
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